El sexo siempre ha sido un tema tabú, algo de lo que pocas veces se habla en público, y aunque las cosas estén cambiando poco a poco, todavía sigue siendo uno de los aspectos de la vida que cuenta con muchas leyendas detrás. La confusión ha llevado a generar numerosos mitos en torno al sexo, la mayoría de ellos sin ningún tipo de base real, pero que han perdurado hasta convertirse en verdades casi absolutas para muchos.
Estos mitos han sido recientemente rebatidos por la ciencia, pero al seguir siendo un tema delicado del que tampoco se habla mucho, sigue existiendo mucha gente sigue pensando que son totalmente reales. Y es que todos hemos escuchado historias concretas en las que una persona se quedaba ciega, por ejemplo, de tanto masturbarse, algo que sabemos que es casi imposible, pero que siempre nos queda la duda de saber si estas historias son reales…
El alcohol como estimulante sexual
Aquí el mito sí que tiene cierta base real, porque se ha comprobado que el alcohol es un buen inhibidor y que hará que nuestro deseo sexual crezca, pero también es cierto que puede provocar menor sensibilidad, por lo que la relación puede no ser tan satisfactoria. No podríamos decir que es un estimulante, más bien es una ayuda para dejar atrás nuestros miedos y ser mucho más lanzados, para probar cosas nuevas, por ejemplo. Además, esto es así con pequeñas dosis, porque es evidente que si estamos borrachos será complicado estar en condiciones para disfrutar de verdad en la cama y hacer disfrutar a la otra persona.
Orgasmo vaginal y clitoridial
Esto está basado en la forma en la que la mujer disfruta de manera diferente en un coito u otro, siempre que se consiga llegar al clítoris o simplemente nos quedemos en la vagina. Se supone que el orgasmo clitorial es más intenso, pero en realidad tiene que ver con muchas otras cosas, como el momento, el propio pene del chico o la sensibilidad de la chica en ese instante. Es eso lo que cambia, la intensidad y la forma de disfrutar del placer en cada orgasmo, pero técnicamente, el orgasmo de la mujer siempre será el mismo. Es cierto que si somos capaces de llegar a clítoris tendremos, en principio, mucho más fácil eso de satisfacer a nuestra chica.
Masturbarse no ayuda a tener buen sexo real
Esto es algo que se lleva diciendo prácticamente desde siempre y que no tiene porqué ser real. La masturbación, tanto masculina como femenina, ayuda a la persona a conocerse mejor sexualmente hablando, a disfrutar por sí mismo y a saber qué ritmo controla mejor. En el caso de las mujeres, además, les permite explorar sus genitales para luego enseñar a su pareja a hacerlo y provocarle un placer más intenso a la hora de la verdad. El “sexo real” con otra persona no debería verse afectado para nada por la manera que tenemos de masturbarnos, porque además eso nos puede ayudar a descargar tensiones previas a una cita, y llegar bien preparado para aguantar más tiempo, algo bastante común.
Los hombres deben llevar siempre la iniciativa
Otro clásico que todavía hoy en día se lleva a rajatabla y que seguramente seguirá perviviendo mucho tiempo más, porque lo tenemos tan culturalmente asimilado que nos extraña muchísimo ver como la chica toma la iniciativa en una relación. Las hay, por supuesto, y es de agradecer que eso también vaya cambiando poco a poco, pero todavía son ellos los que, en su mayoría, deben dar el primer caso y “currárselo” para conseguir a la chica. Y si hablemos solo de sexo, normalmente también suele ser así, tomando el hombre las riendas hasta que al menos ella ya ha conseguido algo más de confianza, y consigue desatar. Porque lo mejor de todo es que luego, en la intimidad, muchas chicas que parecían tímidas se dejan llevar por la pasión y muestran una cara muy viciosa.