coprofilia

Copro ¿por qué a muchos les gusta esta práctica?

Vivimos en una sociedad abierta y plural en la que a día de hoy básicamente se admite casi todo, siempre que no atente contra la libertad de los demás, claro está. En cuanto a las prácticas y tendencias sexuales, hemos avanzado mucho en los últimos tiempos, y aunque es cierto que todavía queda camino que recorrer, las cosas van hoy por hoy mejor que nunca en estos temas. Claro que también hay otro tipo de prácticas que no son tan bien vistas, ya sea por los tabúes que tenemos o porque el sentido común nos dice que eso no está bien. Y  no hablamos ahora del sexo, sino de la comida, de lo que algunas personas son capaces de llevarse a la boca y comer.

Hay gente que se horroriza al saber que en Asia es común comer la carne de los perros e incluso de los gatos, algo que aquí sería impensable. En el sur de este continente también es habitual comer insectos, gusanos y todo tipo de bichos, algo que a nosotros nos asquea porque simplemente no estamos acostumbrados a ella. Sin embargo, en muchos lugares de Europa comer caracoles directamente desde la concha (hervidos, eso sí) es algo natural, considerándolos un auténtico manjar, como ocurre con las otras, los mejillones y los moluscos en general. Alimentos que al final son más o menos usuales y que nos aportan minerales, vitaminas y demás. Pero nada comparable a aquellos que practican la coprofagia, alimentándose con sus propias heces.

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voyeurismo

Voyeurismo: cuando observar a los demás genera el máximo placer

Las fantasías sexuales están presentes en nuestras vidas, es posible que las personas las nieguen si alguien les pregunta por ellas, pero en el fondo seguramente tienen ciertos deseos e impulsos que a veces cuesta asumir. Y no es para menos, ya que cada quién busca la satisfacción sexual de una forma distinta, tanto que incluso hay personas que se salen de la norma logrando experimentar sensaciones de placer viendo a los demás en situaciones comprometidas.

De esta forma el voyeurismo hace referencia a la búsqueda de la excitación a través de la observación de otras personas desnudas, en el proceso de quitarse la ropa o incluso manteniendo relaciones sexuales, todo esto desde un punto en el que la persona que fantasea se mantiene escondido. Esto hace que haya una descarga de adrenalina momentánea, ya que al estar latente el riesgo de ser descubierto hace que este tipo de experiencias sean la forma perfecta para aumentar el deseo sexual.

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Gerontofilia, cuando la gente mayor te atrae sexualmente

Dentro de las filias sexuales, todas ellas respetables por supuesto, se encuentra una que es más desconocida de lo que podríamos imaginar, pero igualmente, bastante común. Se trata de la gerontofilia, que designa a aquellas personas que tienen un gusto especialmente desarrollado por las personas mayores. Es decir, aquellos jóvenes a los que les ponen los maduritos o las maduritas, algo que desde luego ha existido toda la vida, pero que ahora se ve de una nueva forma. No es ningún problema, desde luego, peor puede llegar a complicar la vida sexual de algunos.

Y es que todos, por norma general, solemos sentirnos atraídos por la gente de nuestro entorno. Nuestros compañeros de clase, luego nuestros amigos, con los que empezamos a salir de fiesta. Gente de nuestra edad, más o menos. Sin embargo, para un gerontofílico, el verdadero deseo sexual se tiene por una persona mayor, cuando la diferencia de edad se hace notable. ¿Cómo solventar esto, cuando la propia sociedad parece seguir mirando mal a las parejas en las que la diferencia de edad es grande? Veamos cómo podemos conseguirlo.

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lluvia dorada

Lluvia dorada, la fantasía sexual que está más extendida de lo que se cree

En el sexo, siempre que los amantes estén de acuerdo, vale absolutamente todo. El ser humano a lo largo del tiempo ha desarrollado numerosas filias y fantasías sexuales que desde fuera se pueden ver como algo realmente extraño, pero que en el fondo son simplemente gustos menos extendidos a la hora de disfrutar de una noche apasionada. Uno de los más peculiares tiene que ver con la lluvia dorada.

Se conoce así a una fantasía sexual que para muchos es realmente repugnante, pero que muchos otros disfrutan enormemente y de hecho, está más extendida de lo que se cree, y no hablamos solo de escenas sexuales entre profesionales, sino también entre parejas que buscan experiencias nuevas y deciden practicarla en la intimidad de sus hogares o en alguna habitación de hotel. Claro, dentro de todo lo normal que pueda ser sentir excitación por orinar encima de tu amante, o recibir su orina.

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sexo publico

Sexo en lugares públicos ¿por qué a la gente le gusta ser pillada mientras lo hace?

Cada persona tiene sus propias fantasías sexuales, que dependen mucho de su educación, de cómo han vivido su formación sexual y de sus propios gustos particulares. Sin embargo, hay una fantasía que es muy común y que en realidad, tiene que ver más con la faceta del vouyerismo que con otra cosa. Es la de hacerlo en lugares públicos, exponiéndonos al peligro de que alguien nos pueda ver.

Tener relaciones sexuales en espacios abiertos, en la calle, en un coche en cualquier descampado, en la playa, en el servicio de un bar cuya puerta se puede abrir en cualquier momento… hace que muchos se sientan excitados ante esa posibilidad, y ese morbo sea lo que les anime a llegar lejos en esa relación sexual. El deseo de que te miren mientras lo haces no es para nada minoritario, y en este artículo vamos a conocer algunas claves de esa parafilia.

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