Publicado el 19 octubre, 2018 por Salvador
relacion abireta

Relación abierta ¿qué debemos tener en cuenta al involucrarnos en una?

Miramos atrás, hace tan solo unas pocas décadas, y nos damos cuenta de todo lo que hemos avanzado desde entonces en el terreno sexual, al menos en los países más desarrollados. Claro que todavía queda mucho por andar, muchos prejuicios que derribar, pero las cosas van mejorando a pasos agigantados para todos aquellos que quieren tener su propia manera de entender el amor, sin tener que pasar por el filtro de los demás, aunque a veces sea complicado.

Siempre hemos tenido en mente que una relación se lleva a cabo entre dos personas, porque se deben mutua fidelidad y confianza. Sin embargo, las relaciones abiertas cada vez son más comunes, y es que son una nueva forma de disfrutar más del sexo y del propio amor, para aquellos que se sienten “encadenados” dentro de una relación típica. Vernos con otras personas no tiene por qué ser algo malo si ambos estamos de acuerdo, sobre todo si eso ayuda a fortalecer nuestra propia relación de pareja.

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¿Qué ocurre si uno de los miembros no está de acuerdo en tener una relación abierta?

Cualquier relación, ya sea de pareja, de amistad o incluso de simple comercio, se basa en la confianza. Partiendo de la base de que ambos estamos de acuerdo en empezar una relación abierta, no habrá problemas en ver a otras personas. Pero si nuestra pareja no se muestra de acuerdo con ese tipo de relación, no podemos dar por hecho que ya estamos en una relación abierta solo porque nosotros sí queramos estarlo. Debe ser algo consensuado entre las dos partes, y siempre con la confianza por delante, para que nuestra relación no se resienta. En caso de que nuestra pareja no transija en llevar una relación abierta, tal vez lo mejor será replantearnos si es tan importante eso para nosotros, y en último caso, dejar a nuestra pareja.

Establecer límites claros para que no haya malentendidos

Como decíamos, la confianza es imprescindible para que podamos confiar uno en el otro y saber qué es lo que está pasando en todo momento en la relación. Si ya es difícil de por sí llevar una relación entre dos personas, más aún cuando hay otras de por medio. Por eso, para que una relación abierta funcione deben quedar muy claros los límites desde el primer momento. Por ejemplo, el hecho de tener que conocer a toda persona con la que nuestra pareja salga. O el hecho de tomarnos rachas en las que no estemos con nadie más, simplemente los dos juntos. Los límites pueden suponer “barreras” para alguno, pero no tienen por qué serlo si se toman de común acuerdo, y sirven para delimitar la relación y evitar los malentendidos.

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¿Qué hacer si nos arrepentimos y queremos volver a tener una relación normal y corriente?

Partimos de la base de que somos personas adultas que tomamos decisiones bien meditadas, y que al decidirnos por una relación abierta, lo hemos pensado mucho antes y sabemos cuáles pueden ser las consecuencias. Pero es cierto que aun así no resulta demasiado sencillo seguir con una relación de este tipo, por los celos, por la propia sociedad, por nuestro entorno, porque las cosas tal vez no salgan como esperábamos. Así que es también habitual que uno de los dos se arrepiente de haber tomado esa decisión, y le pida a la otra persona que vuelvan a una relación normal  y corriente. Habrá que ponerse de acuerdo, por supuesto, porque tal vez la otra persona esté disfrutando mucho de la relación abierta y no desee volver a lo de siempre. Por eso es importante que la comunicación no falte nunca, y que hablemos siempre de estas cosas.

¿Qué pasa con los celos en una relación abierta?

Es uno de los temas más importantes a tener en cuenta cuando nos planteamos una relación abierta. ¿Somos personas celosas? ¿Nos enfadamos pronto si vemos a nuestra pareja simplemente hablando con otra persona? Si es así, seguramente no podamos estar en una relación abierta, porque los celos dominarán nuestras decisiones y nos nublarán la razón cuando veamos a nuestra chica o a nuestro chico con otra persona. Hay que mantenerlos alejados de la ecuación y entender que simplemente es placer, diversión, lo que hay entre ellos. Que si nuestra pareja está con nosotros es porque nos quiere y quiere estarlo. La comunicación, de nuevo, se hace indispensable para que no haya malentendidos.

Dedicarle tiempo a otras personas no debe restarle tiempo a nuestra pareja

Esto es otra de las normas imprescindibles para cualquier relación abierta. Empezar una no significa que dejemos de lado la nuestra, que ya no prestemos tanta atención o tiempo a nuestra pareja. Simplemente debe ser algo complementario a nuestra relación de pareja habitual, una opción por la cual podemos dejarnos llevar por la pasión junto a otras personas y disfrutar con ellas sin que por eso se considere infidelidad, ya que ambas partes estamos de acuerdo. Todo tiene que ver con la confianza, y sobre todo, con el cariño y la complicidad que tenemos con nuestra pareja.